BDSM

       Sigo siendo el sumiso dominante o el dominante sumiso o el sumiso sumiso o el dominante dominante, gracias a ella y lo que dejo su huella, su aroma y el emblema de una roma. Ella y lo que deja su huella frente a mí y en mi cara me hicieron nuevamente el hombre que fui al querer una vez, y sin herida alguna. Por eso Stella amo tus pies y desde ellos a vos y cada fibra íntima de tu piel y tu ALMA hasta la última hebra de tus cabellos al viento sonda o norte ó sur de mi Argentina que es tuya y sólo tuya, como yo, desde el tiempo que somos NOSOTROS, en tus manos y a tus pies.







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